Como un acto de justicia quedó representada la condena de 56 años contra Alirio Gualdrón, que asesinó brutalmente a una niña de ocho años que, según las investigaciones, hizo todo lo que estuvo en sus manos para evitar ser accedida carnalmente por el feminicida en hechos ocurridos en mayo de 2024.
El criminal de 59 años fue condenado a 56 años y tres meses de prisión por el asesinato de Kerly Cuevas, pues el material probatorio fue contundente para tomar la decisión y hallar las respuestas que intentaran explicar la verdad de lo que le ocurrió a la menor.
- Feminicidio agravado y desaparición forzada
El fallo judicial lo declaró culpable por los delitos de feminicidio agravado y desaparición forzada, e incluye el pago de una multa equivalente a 2.125 salarios mínimos vigentes por daños y perjuicios.
Los hechos se conocieron el 4 mayo de 2024 en Girón (Santander), donde la niña vivía junto a su madre en la habitación de una vivienda arrendada por el responsable del crimen.
- La repentina desaparición de Kerly Cuevas
El caso comenzó con la repentina desaparición de Kerly Cuevas, que generó una intensa movilización social y policial. Durante las primeras horas, la angustia aumentó al no hallarse rastros de la menor ni información sobre su paradero.
No obstante, un video aportado por comercios de la zona resultó decisivo para el curso de la investigación: en la grabación, Gualdrón, arrendatario de la casa donde residía Kerly y su mamá, aparece con la niña caminando de la mano.

- Negó conocer el paradero de la niña
Pese a la evidencia, el hombre negó conocer el paradero de la niña y, ante el avance de las pesquisas, llegó a declarar que la menor había sido víctima de un rapto.
Aproximadamente seis horas después de la desaparición, el cadáver de Kerly fue hallado en una zona boscosa cercana a la estación del sistema Metrolínea de Girón, en el área metropolitana de Bucaramanga.
- Traumas craneoencefálicos severos y señales de asfixia mecánica
La menor yacía con la ropa puesta y sobre su cuerpo se halló maleza y tierra. Medicina Legal concluyó que la niña sufrió tres traumas craneoencefálicos severos y mostró señales de asfixia mecánica.
Según el informe oficial, Gualdrón intentó abusar sexualmente de la menor, pero al resistirse, la agredió de forma mortal.
Víctor Colmenares, abogado de la familia de la víctima, explicó que la Fiscalía reunió numerosas pruebas técnicas y testimoniales.
- Los videos de las cámaras de seguridad

Entre ellas figuran los videos de las cámaras de seguridad, declaraciones de un menor de edad que estaba con Kerly, y peritajes realizados por Medicina Legal que permitieron reconstruir el recorrido y la violencia ejercida por el agresor.
El jurista señaló que la violencia ejercida fue extrema y añadió que el hallazgo de tierra y hojas en la ropa de Kerly demuestra que el agresor intentó, sin éxito, consumar el abuso sexual. Al verse frustrado, la golpeó repetidas veces contra el suelo y trató de estrangularla, originándole la muerte.
“No la accedió carnalmente, según las pruebas”, afirmó el abogado. “A ella le encuentran señales de asfixia mecánica, es decir, trató de estrangularla y hay traumas craneoencefálicos en el rostro, en su cabeza, en donde se demuestra que él la cogió y la golpeó varias veces contra el suelo, tres eran de severidad que causaron su muerte”, agregó.
- Es una de las máximas condenas sin derecho a beneficios
Durante la audiencia de lectura de sentencia, la madre de Kerly rompió en llanto al conocer la extensión de la condena, que es una de las máximas en la ley colombiana, sin derecho a beneficios.
Alirio Gualdrón, que permanece recluido en la cárcel de Cómbita (Boyacá), deberá cumplir la totalidad de la pena y además enfrentar el pago de la millonaria indemnización.
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