Vecinos del barrio Sucre de Montería claman para que mujer que duerme en las terrazas de sus casas, al parecer, contagiada de VIH sea internada en un hospital

Por: Rafael Anzoátegui

En Colombia, miles de seres humanos han tomado la calle para sobrevivir porque fueron abandonados por sus familias y el mismo Estado. En el barrio Sucre de Montería, RA Crónicas y Noticias atendió el llamado de vecinos que nos informaron de un caso estremecedor. Se trata de una mujer que, al parecer, fue contagiada con el VIH, pero que ya hoy la enfermedad avanzó al SIDA.

Juana Leidy Macea, tiene 40 años, es natural de la localidad de Campanita, departamento del Antioquia. Nos contó que llegó hace algún tiempo a esta ciudad y en una presunta violación fue contagiada hace dos años del mortal virus por un hombre del que no recuerda.

Pero además de esta situación , ya de por sí dramática, Leydi ha sido consumidora de estupefacientes, lo que ha empeorado su condición de salud.

Narró que el padre de sus dos hijos se fue con otra mujer y la dejó abandonada en Montería, lo que pudo contribuir a que se ‘desplomara’ emocionalmente. Indicó que su madre hace años también la dejó al marcharse con otro hombre que no es su padre biológico.

Juana Leydi Agregó que tiene dos hijos que están a cargo de su papá, al que dijo amar.

Los vecinos están preocupados porque la mujer duerme en las terrazas de sus viviendas donde hace sus necesidades fisiológicas y deja regados su fluidos corporales, lo que los tiene alarmados.

Los moradores nos explicaron que llaman a los policías del cuadrante, ellos llegan con la ambulancia la llevan, al parecer, al Hospital San Jerónimo donde permanece dos o tres días y luego vuelve a aparecer en el mismo sector del barrio Sucre.

El estado de postración es tan evidente que Juana Leydi ya no tiene fuerzas para permanecer de pie.

Desde RA Crónicas y Noticias le hacemos el llamado solidario, al igual que el de los vecinos, al alcalde Hugo Kerguelén, a la Secretaría de Salud de Montería, Personería, Defensoría del Pueblo, entre otras entidades, para que recojan a Juana y la recluyan en un lugar adecuado a su condición de salud hasta que Dios decida que hacer con la poca o mucha vida que le quede.

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