Redacción: Samuel Riaño Mendoza sigue en el ojo del huracán de las autoridades judiciales de Montería, tras matar el perro de Ingrid Arroyo Jiménez el 7 de enero en el barrio El Recreo, norte de la ciudad y, de paso, haberle echado encima la camioneta Toyota que conducía después que la mujer le reclamó la muerte de su mascota.
Riaño se dio a fuga sabiendo lo que había hecho y desde entonces anda en las calles de Montería como si nada, aunque para las autoridades está desaparecido.
Este acto de intolerancia tiene con pronóstico reservado a la exdirectora del Sisben y el parte médico es poco alentador pues, según la Clínica CUMI, hay aplastamientos de tórax, abdomen y pelvis.





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