Redacción. En un país como Colombia, pocos se salvan de sufrir un hecho victimizante ya sea por los grupos armados al margen de la ley, bandas criminales o por delincuentes organizados.
Ni el mismo nuevo director de la Policía Nacional, el general William Rincón se salvó del dolor de ver caer asesinado a su hijo Juan Felipe Rincón, hecho ocurrido el 24 de noviembre de 2024 en una supuesta riña en el barrio Quiroga, en el sur de Bogotá.
El general, quien estaba retirado, vuelve a la institución con este caso pendiente que la justicia no ha logrado resolver y en noviembre del año e curso se cumple ya un año desde que el joven perdió la vida.
El único vinculado al caso del asesinato contra Juan Felipe es Andrés Sotelo, a quien las autoridades capturaron en su momento por ser el principal sospechoso del homicidio. Sotelo es tío de una menor, cuya familia acusó a Rincón de supuestamente haberse reunido con la joven e intercambiar mensajes por medio de redes sociales.
El caso de Juan Felipe viene a engrosar la larga lista de casos impunes en el país más desigual del mundo.
Por eso Sotelo quedó en libertad porque un juez consideró que “la construcción de la inferencia presentada por la Fiscalía General no era suficiente para que se impusiera una medida de aseguramiento, especialmente intramural”. Además, la Fiscalía solicitó archivar el proceso contra este sujeto, lo que hace más dramático el caso que llenó de frustración a la familia de la víctima.
- Tribunal Superior echó atrás decisión del juez
En julio de 2025, todas estas decisiones se cayeron cuando otro togado analizó los argumentos de la Fiscalía para archivar el proceso de Sotelo y no los avaló. Así las cosas, el hombre continúa vinculado al caso.
En este sentido, el general Rincón se pronunció tras conocer la decisión del juez y celebró que se negara la solicitud de archivar el proceso contra Sotelo y destacó los requerimientos hechos por el magistrado a la Fiscalía.
- Argumentos claros
El general William Rincón destacó: “por primera vez sentimos que hubo una decisión basada en argumentos claros y objetivos por parte del magistrado. Fue enfático y muy acertado al señalar que, en este caso, por parte de mi hijo no existió ningún contenido de índole sexual, y que lo ocurrido parece responder a una planificación por parte de un grupo”..
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